.Coldplay. Fix You (Te confortaré)  

 

«tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito»

 
  

 
 
 
 
 
 
Lectura del segundo libro de las Crónicas

En aquellos días, todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando las aberraciones de los pueblos y profanando el templo del Señor, que él había consagrado en Jerusalén.
El Señor, Dios de sus padres, les enviaba mensajeros a diario porque sentía lástima de su pueblo y de su morada; pero ellos escarnecían a los mensajeros de Dios, se reían de sus palabras y se burlaban de sus profetas, hasta que la ira del Señor se encendió irremediablemente contra su pueblo. Incendiaron el templo de Dios, derribaron la muralla de Jerusalén, incendiaron todos sus palacios y destrozaron todos los objetos valiosos. Deportó a Babilonia a todos los que habían escapado de la espada. Fueron esclavos suyos y de sus hijos hasta el advenimiento del reino persa.
Así se cumplió lo que había dicho Dios por medio de Jeremías: «Hasta que la tierra pague los sábados, descansará todos los días de la desolación, hasta cumplirse setenta años».
En el año primero de Ciro, rey de Persia, para cumplir lo que había dicho Dios por medio de Jeremías, el Señor movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino: «Así dice Ciro, rey de Persia: El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra. Él me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a ese pueblo, puede volver. ¡Que el Señor, su Dios, esté con él!».

2Crón 36,14-16.19-23

Salmo Responsorial

R. Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti.

Junto a los Canales de Babilonia
nos sentamos a llorar
con nostalgia de Sion;
en los sauces de sus orillas
colgábamos nuestras cítaras. R

Allí los que nos deportaron
nos invitaban a cantar;

nuestros opresores, a divertirlos:
«Cantadnos un cantar de Sion». R

¡Cómo cantar un cántico del Señor
en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén,
que se me paralice la mano derecha. R

Que se me pegue la lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén
en la cumbre de mis alegrías. R

Sl 136,1-2.3.4-5.6 (R. 5a-6a)

Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios
Hermanos:
Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho revivir con Cristo —estáis salvados por pura gracia—; nos ha resucitado con Cristo Jesús, nos ha sentado en el cielo con él, para revelar en los tiempos venideros la inmensa riqueza de su gracia, mediante su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
En efecto, por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios. Tampoco viene de las obras, para que nadie pueda presumir.
Somos, pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que de antemano dispuso él que practicásemos.

Ef 2,4-10

Lectura del santo Evangelio según San Juan

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».

Jn 3,14-21

"Déu estima tant el món que li ha donat el seu Fill únic"

Escoltem en l’Evangeli d’aquest diumenge unes paraules meravelloses: Déu estima tant el món, que ha donat el seu Fill únic, perquè no es perdi ningú dels qui creuen ell, sinó que tinguin vida eterna. Déu envià el seu Fill al món no perquè el condemnés, sinó per salvar el món gràcies a ell. Això contradiu obertament la sensació o l’afirmació d’un Déu llunyà, d’un Déu despreocupat pel bé dels homes, d’un Déu que viu en el seu món. Ara bé, la salvació de Déu només es farà realitat si nosaltres volem. Cert que el Senyor ens la regala, però cal acceptar-la: Els qui no creuen, ja han estat condemnats, per no haver cregut en el nom del Fill únic de Déu. I la raó és perquè no han volgut acceptar aquest do de Déu: Déu ens ha condemnat perquè quan la llum ha vingut al món, s’han estimat més la foscor que la llum. Per tant, la condemnació no és mai obra de Déu, sinó conseqüència de la nostra conducta. Déu vol la salvació, ens estima i no pot voler mai el mal i la condemnació dels homes. Però ens ha fet lliures; ens ha donat la possibilitat (terrible) de rebutjar Déu, de rebutjar la llum, la salvació. En aquest cas, Déu només fa que respectar la nostra llibertat.
La primera lectura ens parla precisament del pecat dels homes. Ells es burlaven dels missatgers de Déu, no feien cas del que els deien i escarnien el seus profetes. Conseqüència: Els caldeus incendiaren el temple de Déu, derrocaren les muralles de Jerusalem, calaren foc a tots els seus palaus... el rei dels caldeus deportà els qui s’havien escapat de morir per l’espasa.
Pau insisteix en l’amor de Déu: Déu que és ric en l’amor, ens ha estimat tant que ens ha donat la vida juntament amb Crist, a nosaltres que érem morts per les nostres culpes. I tot és do de Déu: A vosaltres que heu cregut, us han salvat per gràcia, no ve de vosaltres, és un do de Déu. No és fruit d’unes obres perquè ningú no pugui gloriar-se’n. Hi ha alguna cosa més consoladora i gratificant?: Déu ens estima infinitament i de forma totalment gratuïta perquè no hi té cap obligació! Tot és do.

Mn. Jaume Pedrós

Música Sacra

Con el nombre de Música Sacra agrupamos las obras musicales cristianas que a lo largo de la historia han creado los grandes compositores para destacar la obra de Dios. Nació en Europa en la Alta Edad Media con los ritos cristianos en el ámbito de las iglesias. Los antiguos cantos medievales dieron paso a las Misas y Cantatas del Barroco.

La época dorada de la música religiosa se inicia con los cantos gregorianos, alcanzan la mayoría de edad con Johann Sebastian Bach, continúa con Mozart y finaliza con las Misas de Beethoven. Mas tarde la musica sagrada deja de tener tanta importancia en la vida social y los compositores se acuerdan de ella excepcionalmente.

Glória de Vivaldi

Réquiem de Mozart Passió segons sant Joan. Bach
El Messies de Händel I El Messies de Händel II El Messies de Händel III
La Passió segons sant Mateu I La Passió segons sant Mateu II Messa da Réquiem de Verdi


 

  

 

 
 
 
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